Por María de la Luz Carrillo Romero

Cada vez el género de la ciencia ficción nos revela situaciones graves que ponen en peligro la estabilidad y seguridad de la especie humana. Si bien somos seres creativos y de gran resiliencia, también destruimos a nuestro paso los diversos biosistemas con sus nefastas consecuencias como enfermedades, deforestación, crisis hídrica y hambruna. Sumado a estas situaciones, enfrentamos fenómenos naturales como tsunamis, terremotos, maremotos y la aparición de esferas luminosas parecidas a rayos de gran carga electromagnéticas. Como vemos, el panorama no es muy esperanzador y nos empuja, no solo a tomar conciencia sino también a actuar.

Es necesario mirar nuestro mundo de forma diferente porque la destrucción no es solo obra de los mismos seres humanos con sus guerras, donde la energía nuclear es una avasallante amenaza, también hay la posibilidad de vigilancia de otros observadores alienígenas atentos a atacar con artefactos avanzados a los terrícolas.

En este sentido, deseo compartir contigo algunos aspectos de la novela La esfera luminosa (Penguin Random House, México, 2019) del autor chino Liu Cixin que tiene grandes seguidores en su propio país y en el extranjero. Cabe señalar que es con su trilogía: El problema de los tres cuerpos donde plantea los desastres de las guerras entre varias potencias y la invasión paulatina y violenta de seres extraterrestres que cuentan con tecnologías avanzadas orientadas a destruir, despojar y reinar en el planeta tierra y otras galaxias.

Liu Cixin ha zanjado prejuicios en su propio país, donde consideran la ciencia ficción un género occidental y poco académico, sin embargo, el autor ha roto lo marginal y ha traspasado fronteras al plantear historias donde los avances de la ciencia están atravesados por principios filosóficos y morales. Sus personajes se mueven en situaciones complejas donde deben ponderar qué es lo más conveniente para ellos.

Liu Cixin es ingeniero informático, desde muy joven leyó a Julio Verne, autor que abrió su imaginación, no obstante, estaba prohibido este tipo de lecturas en el régimen de su país. Su profesión le ha permitido estar en contacto directo con los hallazgos científicos y tecnológicos más recientes de los cuales se inspira para nutrir sus historias, como esta portentosa novela. En Esferas luminosas el personaje principal, el joven Chen, se obsesiona por entender las esferas luminosas desde el día que una de ellas entrara de repente a su casa y fulminara a sus progenitores ante sus ojos, dejándolos como un montón de cenizas, precisamente el día en que Chen cumplía 14 años.

Impactado, desde ese momento empieza su transitar por sobrevivir, obtiene una beca y logra inscribirse a la universidad donde realiza estudios de física. Ahí conoce al veterano doctor Zhan Bin, posteriormente descubre que también su maestro en su juventud siguió las huellas de las esferas luminosas, fascinado por saber de dónde vienen, cómo es su estructura y si pueden ser construidas por los seres humanos en un laboratorio. También se entera que la esposa de su profesor fue eliminada por una de ellas. Lo extraño de estas muertes es que las esferas aparecen de repente y se confunden con rayos, pero lo curioso es que desintegran a sus víctimas dejando intactas las prendas y los objetos de cualquier tipo de material, como sucede con el cuaderno de notas de la esposa de Zhan Bin, en el cual solo las hojas nones se encuentran ligeramente quemadas y las hojas pares intactas.

Chen logra con su empeño obtener el grado de doctor y se dedica a investigar todo lo relacionado con este fenómeno. En su travesía va relacionándose con personajes como la joven militar Lin Yun la cual trabaja como comandante en los proyectos de elaboración de armas especiales creadas con tecnología de punta, la relación entre ellos los hace internarse más en el estudio del uso de las bolas luminosas como armas para la guerra, aunque Chen no está de acuerdo en que se usen en contra de las personas. Sin saberlo, todo su trabajo va a ser aprovechado por un mensajero misterioso venido del espacio, haciendo que todos los esfuerzos de Chen se compliquen.

Por otra parte, con un despliegue de teorías, leyes de la física cuántica y principios filosóficos Liu Cixin va construyendo la trama con momentos impresionantes y novedosos.  Además expone datos comprobables en el ámbito científico como los casos ciertos de la aparición de estas esferas detectadas en lugares diversos del planeta y que aún son un misterio de aclarar cuál es su origen.

Finalmente, este autor nacido en 1963 ha logrado posicionarse como creador de una tendencia en su país. Ha sido premiado en nueve ocasiones con el premio Yinhe, el máximo galardón en China para la literatura de ciencia ficción. El premio Hugo, el «Nobel» de la ciencia ficción en 2015. Actualmente, Liu Cixin es vicepresidente de la Asociación de Escritores de la provincia de Shanxi y promueve la escritura en los jóvenes. Varias de sus obras han sido adaptadas para el cine como: La tierra errante, El problema de los tres cuerpos, generando en su auditorio una fascinación obsesiva sobre los avances de la tecnología y sus consecuencias destructivas.