Por Baltazar Cordero Tamez

A dónde más tendría que volver
tras el viaje y como única salida,
si no es a tus entrañas mar de vida,
mar de amor, dolor y atardecer.

Cuántos años con la luna de romance
arribando a puertos diferentes,
concluyeron y al regreso con mi gente
no pudieron atracar, estuve en trance.

Ya en la meta mis pasos se agotaron
y espero desde un féretro la hora,
afuera hay silencio, alguien llora
al marino que alguna vez amaron.

En pos de ti y dentro del carruaje,
oyendo las pisadas rumbo al fuego.
No siento mas no hay odio ni ego,
solo ilusión de ti en mi negro traje.

Al mar me fui en la edad temprana,
al mar quiero volver en mis cenizas,
la procesión avanza y no hay prisa,
me cantan trompetas y campanas.

Placeres eternos de sal, luna y sol
me esperan en tu lecho y tu regazo,
al mar avanzan mis postreros pasos
al encuentro de este eterno amor

Estréchame muy fuerte a mi llegada,
mar de la esperanza y el sosiego.
A tus profundas aguas casi llego
pleno y feliz a mi última morada.